CONTADOR

lunes, 22 de agosto de 2011

TRISTEZA Y SERENIDAD

TRISTEZA Y SERENIDAD…




Queridos amigos, el dolor por la pérdida física de mi adorada madre me ha dejado como ausente del plano terrenal, me cuesta horrores hacer lo cotidiano, hablo lo necesario, como si el silencio me acercara más a ella, cero inspiración para escribir, todo parece carecer de sentido, es tristísimo éste estado, pero comprensible.



Trato de que la serenidad permanezca, porque sé que cumplí con el deber de una hija totalmente, como corresponde, y no lo hice porque era mi deber sino porque lo sentía y la amaba como aún la amo hoy, siempre estuve a su lado, siempre fue mi mano la primera en sostenerla, en ayudarla, en amarla, en brindarle todo lo que pedía y necesitaba, incluso postergué muchísimas cosas por auxiliarla en todas sus necesidades ya que siempre fue una persona muy enferma y dependiente, y los Orixás y mis Seres de Luz me proporcionaron fortaleza y bienestar para poder darle todo, lo que nunca pude darle fue un cuerpo sano que se enfermó porque era tan trabajadora que no pensaba que el tiempo se iba a encargar de hacérselo notar faltándole la salud.



Cuando no pudo cocinar más porque sus piernas no aguantaban el peso de su cuerpo empezó su decadencia e interés por seguir en éste plano, le costó entender que hay un tiempo para trabajar y otro para descansar, hoy descansa en los brazos de Nuestro Gran Padre Olodumare y junto a su Pai Oxalá tienen la gracia de tenerla, de disfrutar de éste ser que amo y amaré hasta que nos reencontremos.



Porque mi fortaleza para continuar el camino sin su presencia física está intacta, mi entereza se sostiene en lo que me Ella me inculcó, no bajar la guardia jamás, hacer las cosas bien y aún cansada terminar todo lo que se comienza, su corazón fuerte, su personalidad austera y su amor excesivo van a perdurar en cada uno de mis actos en homenaje a la formación que me dio y que en conjunto con mi esposo hicieron de mi una batalladora de la vida y si algún magnífico idiota piensa que una brujería pudo llevarse la vida física de mi madre o que ella pagó deudas que pueda haber generado yo con cosas no correctas, les digo que aprendan que nadie paga cuentas del karma ajenas, que aquí somos juzgados por nuestros actos, y que mi madre partió de éste mundo en el momento que estaba marcado por nuestro Creador.



Siempre estará viva en cada latido de mi corazón y en cada célula de mi cuerpo, a partir de ahora debo seguir haciendo todo lo proyectado para tener muchas charlas con Ella en el momento del reencuentro, por supuesto que lloraré y querré golpearme la cabeza contra la pared más de una vez por el sufrimiento de no poder verla más, pero si la sentiré feliz en cada uno de mis logros como hasta hora y me dolerá el tirón de orejas cuando no haga las cosas correctamente hasta corregirlas, porque trataré de no defraudarla y de que siga sintiéndose orgullosa como siempre me dijo que se sentía.



Su última comida, postre, bebidas se los di yo, y también su último beso y su última sonrisa fueron para mí, por haber estado permanentemente a su lado hasta que desencarnó y lo haría mil veces más si el premio de tenerla entre mis brazos al momento de su partida fuera el mismo.



Sin haber pretendido hacer una apología del dolor, quise comentarles como estoy después de tanto sufrimiento como el que pasé y vivo hoy, y también agradecer a cada uno de todos los que estuvieron de alguna manera u otra a mi lado, a mi esposo como siempre incondicional, a mi hija Gaby, a mi Madre espiritual Iya Peggie de Yemonja y mi Pai José Luiz de Xangó que aún en la distancia siempre estuvieron, a mis hijos y hermanos de Religión, invalorable su acompañamiento y sacrificio, a mi familia de sangre, a mis amigos, afectos y consultantes, a ustedes mis amigos virtuales, gracias, muchas gracias por su apoyo, que Oxúm derrame sobre cada uno que me tendió su mano y puso su hombro para mi llanto toda la dulzura que se necesita para ser feliz…



Zulema

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