CONTADOR

sábado, 27 de agosto de 2011

AGRADECIMIENTOS Y REFLEXIONES...



AGRADECIMIENTOS Y REFLEXIONES…




Hay un dicho que dice “En la cancha se ven los pingos” y es verdad, ante la situación dolorosa que me tocó vivir lo pude comprobar una vez más pues a pesar de los momentos que tuve que pasar, recibí múltiples e impensadas satisfacciones como persona y como religiosa…



Ahí, al pie del cañón estuvieron todos los incondicionales de siempre, en primer lugar mi esposo José, mi hija del corazón Gaby, Juanita de Oxúm, Fernando de Ogún, Jorge de Ogún, Graciela de Oxalá, María Rosa de Oxúm, Alberto de Oxalá, Beatriz de Obá, Natalia de Ogún y nuestras colaboradoras en todo lo cotidiano Marcela y Mirta sumándose para hacer el soporte en casa y en el sanatorio para cuidar todo Carina Arguello, Ángela Failla y Marga Garay, éste fue el equipo principal de apoyo, los que no midieron cansancios, los que soportaron mis lágrimas y se aguantaron la tarea más pesada, ayudar a mamá que no sufra, que no le falte nada, que siempre una mano sostuviera la suya en señal de compañía inigualable, ya que siempre estuvimos dos personas permanentemente al lado de Ella…



Otros con menos coraje a los cuales no les reprocho nada, iban y venían, prácticamente no se quedaban mucho tiempo porque no se la bancaban, ver las complicaciones que mamá iba teniendo y tener que comerse el dolor de observarme flaquear en mis fuerzas por unos instantes, salir afuera y llorar a gritos porque yo había visto que el proceso de su enfermedad no tenía retorno, que se me iba, que Ella iba a dejar de sufrir así yo me desgarrara en llanto, tenía que devolverle a Olodumare el gran préstamo que me hizo en ésta vida dándome una madre como lo fue Ella, única…



Pero también tuve grandes satisfacciones, hijas de Religión que por esas cosas de la vida y por incompatibilidad con sus hermanos se habían retirado de mi Axé, estuvieron ahí incondicionalmente apenas se enteraron porque también consideraban a mi madre como su mamá del corazón, compartiendo con Ella muchísimos momentos durante muchos años y asimismo hoy estén en otro Axé, siguen considerándome su Mai, pues dicho por propia boca de ellas, la primera mano nunca se borra y en su corazón y en el mío sigue vigente el lazo de amor, el mismo gran amor que apliqué al poner mi mano en sus cabezas hace ya 21 años…



Los llamados telefónicos de mi Mai Peggie, de Pai Carlos, de mis hijos y hermanos de Religión que están en el exterior y en otras provincias, las idas y venidas de mi hermano sanguíneo y su familia, las visitas diarias de mis amigos, familiares, consultantes, vecinos y los innumerables llamados, mensajitos y mails públicos y privados de todos mis amigos y contactos virtuales, reconfortaron mi alma y me hacen sentir afortunada a pesar de la gran pérdida que tuve que es una ley de la vida, que sembré sin darme cuenta muchísimo amor, tanto que no había tenido la oportunidad de poder corroborarlo, por lo que mi madre tuvo la gran oportunidad de irse de éste plano llena de amor, rodeada de buena predisposición que en cierta forma estoy segura que le habrá dado tranquilidad de ver y comprobar que no me quedaba sola, por el contrario, más que contenida, más que mimada…



Durante los 35 días que duró todo éste lamentable hecho que cruelmente debí pasar, tuve mucho tiempo para pensar, que hay que disfrutar de todos los pequeños momentos, desechar a las personas nocivas que atentan contra nuestra tranquilidad si al intentar cambiarlas nos damos cuenta que estamos perdiendo el valioso tiempo que Nuestro Padre nos regala dándonos un día más de vida cada mañana al levantarnos, que no nos deben lastimar las hipocresías y falsedades de seres huecos e ignorantes, cada uno tiene marcado un destino y si un ruin se cruza en nuestro camino, debemos intentar mejorarlo pero no desangrarnos si no somos entendidos en nuestras enseñanzas, que no hay que sufrir por quien no vale la pena y SI disfrutar a pleno de todos los seres que están, permanecen, viven a nuestro lado de alguna manera y ser felices a como de lugar…



Zulema

No hay comentarios:

Publicar un comentario