CONTADOR

domingo, 29 de abril de 2012

LA GLÁNDULA PINEAL


GLÁNDULA PINEAL

Analizando la función de ésta maravillosa glándula y sabiendo que la melatonina es la sustancia que nos produce el sueño, he llegado a la conclusión de que al estar entrando en estado de trance ó incorporación, la glándula pineal está actuando en todo su potencial, esa sensación que se siente de somnolencia, de estado alfa, la produce la glándula pineal, pues ella produce en el organismo la serotonina y la melatonina.

La serotonina si no recuerdo mal, también es extraída de la naturaleza de la cáscara del grano de café y es con esta sustancia que se fabrican los medicamentos para el insomnio, siempre la naturaleza interviene en todos los seres vivos y termina siendo quien provee aún sustancias que en nuestros cuerpos por diversos factores no se están produciendo.

Si tenemos las endorfinas en orden, la melatonina actúa regularmente y durmiendo las horas necesarias nos recomponemos para continuar, cuando una persona está depresiva, está con las endorfinas bajas y la melatonina alta, esto lleva a que el ser humano muchas veces sufra de depresión y el sueño sea permanente.

Es muy importante para todos los religiosos conocer todo lo que se pueda respecto al cuerpo humano, pues aumentando los conocimientos cada día más entenderemos y amaremos como amo yo esta maravillosa religión.

El ejercicio de la mediumnidad es algo sagrado que deberá ser practicado con respeto y santidad, uno de los cuidados primordiales que debemos tener con nuestro cuerpo físico, es principalmente la Glándula Pineal ya que es la glándula de la vida mental, es como la cajita negra donde quedan acumuladas las impresiones y los sentimientos de todas nuestras vidas pasadas y presente.

Ella domina el campo de la sexualidad en su maduración (ovarios y testículos), ella regula las funciones de la tiroides, páncreas y suprarrenales y además es una reguladora global del sistema central pues establece contacto con el mundo astral.

La Glándula Pineal emite rayos en todas las mentes especialmente en los médiums, estos rayos son intensos principalmente cuando se da la incorporación.

La Glándula Pineal es la máquina del raciocinio, conocida también como epífisis es la sede del alma racional según el filósofo René Descartes.

Nostradamus se refería a la Pineal como "una antena fina y alta de nuestro sistema central", es la central eléctrica, es un radar químico.

Para los hindúes es el Ojo de Shiva, es la glándula responsable de la clarividencia y tiene función directa con la luz no física ó material pero sí con la luz divina.

La Pineal aparece en el ser humano en las primeras semanas del embrión.

Procure conservar su "Glándula Pineal" en buen estado para que a través de ella, su mediumnidad pueda fluir naturalmente y así Ud. Podrá incorporar sus Guías Protectores y ser un médium genuino cumpliendo de manera excelente su misión.

Iya Zulema de Oxúm

martes, 3 de abril de 2012

MI CABOCLO...MI QUERIDO...BELLÍSIMO RELATO

MI CABOCLO...MI QUERIDO...



Eran las 18,00 horas y Jorge ya daba los últimos retoques en su traje, para asistir a una reunión mas en la Iglesia Evangélica Neo-pentecostal que frecuentaba hace un año.

Hombre trabajador, desde joven ya ejercía la profesión de carpintero. Hoy, a los 60 años, con esposa y un nieto llevaba una vida humilde y tranquila, a pesar de los problemas de salud y financieros que lo afligían.

Cargaba un gran dolor en su corazón. Habiendo sido médium umbandista actuante por más de 20 años se enfrentó a una enfermedad que afectó violentamente a su única y amada hija.

Rogó a Dios, a su Guía Espiritual y a las demás Entidades Espirituales del Terreiro en que trabajaba que la curasen. No logró éxito, perdiendo la presencia física de su hija en 6 meses.

Disgustado con la tragedia, abandonó la Umbanda y afirmó que jamás volvería a la Religión, pues si allí estuviesen espíritus del bien y Dios, no hubiesen dejado que tan grande desgracia le sucediese.

Bajo una gran inestabilidad mental e inducido por fanáticos evangélicos, allí estaba el, al lado de la esposa en los cultos de la Iglesia, cuyo “Ministro Religioso” instó a todos los presentes a romper el conjuro con los espíritus malignos de la Macumba, más allá de prometer la salvación y…Pedir dinero.

Jorge no reclama, dando su diezmo y ofrendas con dificultad, acreditando que ése es el camino a seguir.

En sus horas de descanso, en la paz de la convivencia en el hogar, Jorge casi siempre escuchaba una voz extraña que le decía: “Siempre estaré a tu lado”…Comentaba el asunto con su esposa que, influenciada por el fanatismo religioso, daba como respuesta que debería ser un espíritu maligno que lo acompañaba, aconsejándolo a comentar el asunto con el pastor de la iglesia.

Resolvió seguir los consejos de su mujer, procurando, durante un culto, esclarecimientos con el “Misionario”.

Éste le informó que los sucesos eran obra del diablo, solicitando a Jorge que aumentaran el valor de sus ofrendas para que Dios pudiese funcionar en obra y gracia en su vida (La vida de Jorge).

Con inmensa dificultad, duplicó el valor del diezmo y de las ofrendas.

Asimismo la voz insistentemente lo invadía, diciendo: “Siempre estaré a tu lado”…

En una tarde de Domingo, después del almuerzo, Jorge se preparaba para descansar en su cama, cuando bruscamente fue víctima de un dolor muy fuerte en el pecho, próximo al corazón. Cayó desmayado, siendo asistido por su esposa, que a los gritos rogaba la ayuda de los vecinos.

Situado en un taxi, rumbeó de prisa para el hospital más próximo, a fin de ser atendido.

Después de la atención de emergencia y posteriores exámenes clínicos, fue diagnosticada una insuficiencia cardiaca provocada por una gran lesión en las arterias del corazón. El caso solicitaba intervención quirúrgica urgente, sin la cual, Jorge moriría.

La operación fue marcada. Su esposa, asustada con la escena, se encaminó para la iglesia, a fin de solicitar préstamos religiosos del pastor. Fue atendida y aconsejada por el misionario a aumentar las contribuciones de dinero ya a realizar un desafío a Dios por la cura de Jorge.

Desolada con la poca atención dada a la situación, regresó al hospital, siendo allí informada que su marido empeoraba y que, por eso, habían anticipado la cirugía.

Se recostó en una silla de la recepción y comenzó a rogar a Dios por la salud de su amado esposo. Escuchó entonces una voz que le llegó como un verdadero bálsamo consolador, que decía: “Yo siempre estaré con él”…

Ya en la sala de cirugía, Jorge todavía despierto, pidió a Dios que lo dejase vivir, pues tenía una esposa y un nieto que sostener.

Observando el movimiento de los médicos que preparaban la anestesia general, Jorge notó un intenso reflejo de luz que surgía del costado derecho de aquel recinto. De colores variados y predominancia del violeta, la luminiscencia poco a poco se fue condensando en la figura de un indio, que empuñando una moringa en las manos, se aproximó al lecho. Jorge llamaba a los médicos, que no lo escuchaban. Se preguntaba mentalmente quien era aquel indígena…

Del interior de la moringa, la Entidad Espiritual retiró un líquido verde y extremadamente centellante, derramándolo sobre el pecho de Jorge, también haciéndole ingerir un poco de la sustancia. Acto continuo, el espíritu desapareció y Jorge se adormeció.

Cuatro horas después, despertó en la enfermería, notando la presencia del médico y de la esposa.

Preguntó sobre la operación y, para su espanto, el médico que allí estaba le dijo que la cirugía había sido cancelada, ya que momentos antes de la aplicación de la anestesia general, el médico cirujano insistió en realizar nuevos exámenes, los cuales no acusaban ninguna lesión en las arterias coronarias.

También le relató a Jorge que durante los preparativos para la operación, el equipo de cirugía sintió una enorme fragancia de hierbas en el recinto, cuyo origen no consiguieron detectar.


Pasados dos meses del susto, Jorge, sentado sobre la copa de la mangueira en su quintal, observaba la hermosa luz de la luna que se divisaba en el cielo estrellado. Se indagaba sobre los acontecimientos pasados, procurando una respuesta sensata para lo que ocurrió, la escena en la sala de cirugía no se aparataba de su mente.

La brisa corría suave, y con ella una voz llegó a los oídos de Jorge “Siempre estaré contigo”. Se dio vuelta en dirección de los árboles de su quintal y, estático, visualizó la presencia del mismo indio que se presentó en el hospital.

La Entidad espiritual aproximándose, le informó a Jorge ser su Guía Espiritual, Caboclo denominado aquí de “Y”, y que recibió órdenes superiores para curarlo de la enfermedad.

Traía también informaciones sobre su querida hija, que estaba bien e involucrada en trabajos asistenciales dentro de la Umbanda, destacando a Jorge que la enfermedad de su hija era un proceso depurador irreversible, motivo por el cual no existía cómo interferir.

Jorge, profundamente emocionado, no conseguía expresarse. El Caboclo “Y” le dijo que respetaba su mudanza de Religión, más donde él estuviese, él, su Caboclo, siempre estaría a su lado, en labor de amparo y asesoramiento.

El carpintero Jorge, sensibilizado por las palabras de su amigo espiritual, pidió disculpas por su falta de fe en los Guías y protectores de Umbanda.

El Caboclo “Y” sonrió, al mismo tiempo que comenzaba a perder su forma desdibujándose entre medio de la vegetación.

Jorge, observando la gran belleza escenográfica espiritual, recordaba los tiempos de asistencia al Terreiro, las personas siendo auxiliadas, su querida hija camboneando al Caboclo “Y”, la caridad pura y simple manifestándose, sin diezmos, ofrendas ni negociados con Dios.

Jorge volvió a su antiguo Terreiro, siendo calurosamente recibido por los amigos espirituales y carnales que lo aguardaban.

Después de cada sesión de caridad no como instrumento de expresión de los amigos espirituales sino como médium, Jorge, feliz por más un día de amparo a los necesitados, y recordándose de la fisonomía de su Guía-Jefe, en el silencio de sus oraciones, siempre exclama:

“Mi Caboclo, Mi Querido”…

Autor desconocido

Traducido por Zulema de Oxúm