RENACERHoy se festeja en la Religión Católica la Pascua y el fundamento de esta celebración significa el paso del cautiverio del pecado a la liberación y un renacimiento hacia la vida sin faltas y llena de gracia.
En nuestro Ilé hicimos las celebraciones tradicionales en donde nos reunimos con nuestros hijos que deciden asistir y algunos feligreses que desean ó necesitan empalmarse más de crecimiento espiritual.
Si bien la ceremonia que realizamos no tiene nada que ver con la creencia Católica, la casa vive momentos de pleno júbilo al compartir palabras que relatan el paso del Pai Xapaná por la tierra llevándose la peste que estaba diezmando al pueblo africano y también dándonos la oportunidad de decirnos todo lo que debemos corregir de hijos a padres y viceversa, aclarando reacciones que durante el año puedan haber perjudicado los accionares.
Nosotros los sacerdotes africanistas somos hélices en constante movimiento movidos por la sintonía espiritual inducida por nuestros Orixás, por nuestros Guías y Ancestros y además por nuestro propio raciocinio para despertar o redescubrir en cada uno de nuestros discípulos valores que en la mayoría de los casos están dormidos, al hablar y transmitirles el camino que creemos es el correcto también los impulsamos a poner sus motores interiores en marcha y así se va produciendo la transformación en su formación sacerdotal y de vida.
Tenemos que tratar de ser co-creadores de la obra de sus padres biológicos y realmente el camino no es fácil, muchas veces las frustraciones de quienes llegan a la Religión son mayores a la fortaleza para ser superadas, educar y formar seres humanos en la vida terrenal es una tarea que heredamos de nuestros antecesores y la mayoría de las veces lo vamos transmitiendo como lo fuimos recibiendo, pero formarlos en la parte espiritual es complicado ya que las instrucciones para tal enseñanza nos es inculcada e infiltrada por Nuestros Guías Espirituales y nosotros somos los que debemos encontrar las palabras exactas y tratar de ser un ejemplo en lo espiritual permanentemente y de esa manera mostrar en nuestros actos un sendero hacia la fe inculcando constantemente la esperanza de un mundo mejor si nosotros cambiamos, no hay otra manera para encontrar la felicidad en nuestra existencia.
Ya terminamos con las mochilas que cargábamos del año anterior, el hecho de recibir un pedazo de pan y un trago de vino nos asegura la comida y la bebida en nuestra mesa y el cántico de alabanza nos da la plena seguridad de que nuestra espiritualidad está en plenitud, todo resultó hermoso, la hermandad se traslucía en cada gesto y cada rostro y el amor aún se respira en el aire de la casa y estoy segura que perdurará por un tiempo eterno.
Me siento bien, plena, satisfecha, siento dentro de mi alma que a pesar de los avatares, desilusiones y pérdidas que sufrí estoy llena de fuerzas para continuar, tengo mis planes hechos para éste nuevo año, muchos, incontables, desde aquí, desde mi morada terrenal nutriéndome constantemente en mi Cuarto Sagrado para seguir aprendiendo cada día en cada consulta algo nuevo que estoy segura que mañana para alguien le será útil lo que cultivé, y así continúo feliz en ésta mi misión, aprender, ayudar, amar y comprender...
Felicidades mis queridos, éste nuevo año donde reina Mae Iemanjá podrán apreciar fehacientemente que Nuestra Gran Madre siempre nos lleva por aguas revueltas hacia sus playas serenas y yo sigo navegando aunque algunos me critiquen yo de esta manera a pesar de todo, logré aprender a ser feliz y así lo puedo enseñar y lograr que otros lo sean...
¿Después de los resultados me puedo quejar????...
No, no me quejo porque logré lo que muchos por andar a los manotazos no pudieron: Ser feliz...
Zulema
